domingo, 22 de abril de 2012

¿Con qué descubrimos los valores y con qué los ponemos en práctica?


El hombre tiene dos facultades superiores muy nobles: la inteligencia y la voluntad.
A) Con la inteligencia el hombre descubre que las cosas son portadores de valores, tienen valores. Gracias a la inteligencia él sabe que puede comportarse sensatamente y guiarse no por el capricho, sino por lo que la razón le hace entender que es bueno. Con la inteligencia puede sopesar las cosas.
B) Con la voluntad libre: rompe su indiferencia frente a las cosas y decide lo que aquí y ahora vale más para él y elige. Y al elegir, jerarquiza las cosas y se compromete con lo que elige. Al hacer esto forma en sí ACTITUDES que pronto se convertirán en hábitos operativos. Si lo que ha elegido es bueno y le perfecciona, entonces llega a la VIRTUD, que es la disposición permanente a comprometerse como hombre, a hacerse más hombre.

¿Qué son los valores humanos?

Vivimos en una sociedad donde los valores escasean, están de baja. Se oye decir mucho: “¡Qué más da… ¡Todo da igual! Este encogerse de hombros y de energías, singular reflejo de una crisis de vida, de una época de desaliento y desencanto, de confusión y de promesas incumplidas, de falta de horizontes…me parece que tiene una causa: falta de valores. De entrada digamos que no todo da igual. No es lo mismo ser solidario que no serlo. No es lo mismo la fidelidad que la infidelidad. No es lo mismo la bondad que la falta de bondad. No es lo mismo la gratitud que la ingratitud. No es lo mismo la responsabilidad que la irresponsabilidad. No es lo mismo la sinceridad que la insinceridad. Las cosas no valen todas igual. Las cosas tienen cada una su propio peso. Cada cosa es portadora de valores y hay que descubrirlos.

LOS VALORES EN LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA

La familia y la escuela, por  su propia naturaleza y función social, son los ámbitos en los que el  niño  desarrolla sus capacidades y construye un esquema de valores. La escuela es el otro lugar después del hogar que es el agente de transmisor de valores, en toda conducta humana son muchos los agentes que inculcan valores, la familia, la escuela, los grupos de amigos, medios de comunicación. Los docentes tienen la responsabilidad de transmitir valores con una intencionalidad específica, coherente y sistemática que le permita a los niños tomar conciencia de que toda acción humana está regida por valores que se manifiestan en conductas y actitudes. Por ello la escuela debe generar espacios o momentos para reflexionar  sobre  los distintos modelos de  comportamiento  que los alumnos  reciben y desarrollar en ellos un pensamiento crítico para una elección responsable. El papel del docente Los valores no se aprenden  memorizando sus conceptos, si no a través de el ejemplo de las otras personas que nos rodean  y de la puesta en práctica en la vida cotidiana. En la escuela los valores y las actitudes están presente en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje: en el modelo de relación de los miembros de la institución, en la realización de proyectos, talleres, momentos de recreación, en el trabajo en equipo y otros. Entonces es necesario que la formación en valores guie el Proyecto de la institución.  Reflexionar sobre que valores se busca  transmitir y si se reflejan en las actitudes cotidianas, es el primer paso para desarrollar un proyecto en el que los principios universales se concretren en un camino de apropiación y construcción- Si el objetivo es que los estudiantes  sepan respetarse unos a otros , los docentes deben hacer del respeto la actitud natural hacia los otros. Si el objetivo es transmitir normas de convivencias debemos por regla en el aula y fuera de ella saludar, pedir por favor, agradecer y dirigirse a la otra persona con respeto y será habitualmente que se realice. Estas situaciones, por cotidianas, no podrán pasar inadvertidas, la reflexión diaria permite tomar conciencia y modificar actitudes.

Rescatar y reafirmar los valores en la escuela para cambiar la sociedad actual en función del respeto por los Derechos Humanos





Todo ser humano vamos en busca de la felicidad, para vivir en paz, vivir en armonía, para transmitir a  los que nos rodea lo positivo de nuestra personalidad, sentimientos e ideas. Los docentes como transmisores de conocimientos, aptitudes, actitudes a nuestros niños, somos las personas que en cierta forma debemos estar preparados ante diferentes situaciones que se nos presentan en el aula y poder salir favorable ante todo y todos. Una de las misiones más importantes que debe tener el docente es recuperar y reafirmar los valores básicos, los cuales se han ido perdiendo en nuestra sociedad y que ha permitido un ambiente hostil en nuestros hogares, escuela y sociedad como consecuencia el aumento de criminalidad, robo y una desintegración en la familia. La falta de valores tiñen de rojo los diarios del mundo entero, involucrando a niños, mujeres y ancianos que son los más vulnerables a este flagelo, por ello los docentes desde nuestras aulas debemos tomar riendas en el asunto. Desde el hogar los padres estamos en la obligación de enseñar, guiar, proteger, orientar a nuestros hijos para que sean respetuosos, amables, sinceros, no cometan actos ilegales, ni que vayan en contra de los principios morales, éticos y religiosos que forman parte de toda familia. Sin embargo, cuando salen  del hogar  se encuentran con un mundo lleno de antivalores, por ello la escuela es un  ente transmisor de  valores  que permitan formar individuos actos, con fortalezas   para que integren  la  sociedad

LOS VALORES

"Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta"

Cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas materiales, espirituales, instituciones, profesiones, derechos civiles y otros., que permiten al hombre realizarse de alguna manera. El valor es, entonces, una propiedad de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un carro puede ser útil además de bello. El valor es pues captado como un bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal es, entonces, la carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al vacío, es decir, a lo que no existe. Por ejemplo, el agujero en el pantalón, es la falta o ausencia de tela. Un bien útil se busca porque proporciona otro bien, es el medio para llegar a un fin. Por ejemplo, si voy a comprar un carro para poder ir al trabajo (utilidad) busco un carro de buena marca, de buen precio, que me sirva para mi fin, ir al trabajo. Un bien no útil, por el contrario, es el que se busca por sí mismo. Por ejemplo, las personas son bienes no útiles, porque valen por sí mismas, por el hecho de existir como seres humanos, tienen dignidad y no pueden ser usadas por los demás. Los valores valen por sí mismos, se les conozca o no. Van más allá de las personas, es decir, trascienden, por lo que son y no por lo que se opine de ellos. Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. Las personas buscamos satisfacer dichas necesidades.